domingo, 1 de diciembre de 2013

Capítulo diecinueve - Megan.

Cinco de la tarde, he quedado para ver a Harry. Acabo de arreglarme y salgo de casa.

Camino un par de pasos para encontrarme en casa de Styles. Toco el timbre y el susodicho anterior pocos segundos después abre. Me recibe luciendo su perfecta sonrisa, sus dientes blancos alineados aght. Implanta un beso en mis labios mientras paso a su casa.

Entro al salón. Harry me abraza por detrás y me sienta en el sofa, para luego tumbarme y quedarme debajo suya. Roza su nariz con la mía y finalmente nuestros labios. Los movemos al compás de los corazones. Nuestras cálidas lenguas van tocándose poco a poco para ir aumentando el ritmo. Noto sus manos explorar mi cuerpo para después quitar mi camiseta. Yo desabrocho su camisa y la tiro al suelo.

-Echaba menos hacer esto - murmura en mi oído.

Sus besos van bajando por el cuello hasta llegar a mi pecho, donde quita mi sujetador. Besa mis senos y después muerde uno de mis pezones. Mi jadeo se oye por todo el salón. El deseo invade mi cuerpo y la humedad también.

-Hazlo ya - le suplico.

Él va bajando mis jeans y yo después que él. Me quita lo que me queda de ropa interior, yo le quito los bóxers. Harry se levanta un momento y vuelve ya con el condón puesto. Me siento excitada. Se sienta en el sofá, yo abro mis piernas y finalmente se tumba encima mía, entrando en mí por fin, haciéndome suya otra vez más. Rodeo su nuca con mis manos y acaricio salvajemente sus rizos para después bajar mis manos a su espalda y causarle leves arañazos en ella, no puedo evitarlo. Se mueve dentro de mí, para llegar al orgasmo lo antes posible. Gimo y él me besa, callando así mi gemido. Llegamos a la vez.

· · ·

Tras pasar una larga tarde con Harry, llegué a casa por la noche. Supuse que Megan ya descansaba así que me fui yo también. Me puse el pijama y me tumbé en la cama, al cabo de segundos quedé dormida. Esta tarde había causado un gran cansancio para mí.


Hice la misma rutina de siempre. Me preparé para ir al trabajo, despedirme de Megan e irme hacia la cafetería.

El día en el trabajo había sido bastante aburrido, me había pasado casi todo el tiempo viendo cabelleras pelirrojas, como cada día, pero esta vez con más freqüencia, no sé por qué. ¿AHORA A TODO EL MUNDO LE DA POR TENER EL PELO ROJO? Vale, dejo ya estas cosas infantiles a un lado.
Entro a casa de nuevo. Dejo las llaves en el mueble que se encuentra al lado de la puerta y subo las escaleras. Toco la puerta de Megan con el puño cerrado.

-Ya he vuelto - hablo mientras se abre la puerta.

-Una alegría volver a tenerte en casa. Yo... est...o... ¿Te gustaría pasar?

Noto como mi corazón se para de repente ante esas últimas palabras. Oh dios. Mi corazón vuelve a latir pero, no con normalidad. Mi respiración agitada y mis piernas temblando. Doy tres pasos, con los ojos cerrados, hacia dentro. Cuando oigo que la puerta se ha cerrado detrás de mí, lentamente abro los ojos para encontrarme con un cuerpo fino, más o menos de mi altura. Ni tan delgada ni tan gorda. Su pelo negro y largo, llegando hasta su cintura, unos ojos claros, tez morena. Unos labios finos y sonrientes.

-¿Me.. - empiezo a decir pero, ella me interrumpe dándome un fuerte abrazo.

Qué relación más rara se ha formada entre ella y yo.

-¿Por qué no sales de aquí? Mírate, no tienes nada de qué arrepentirte, eres la chica más bonita que haya visto en mi vida.

Ella sonríe débilmente. Se sienta en su cama. Da unos golpecitos en ella, señal para que me siente a su lado.

-Verás... tengo miedo - empieza a decir.

-¿De qué?, ya te he dicho que eres bonita - la interrumpo.

-No ese tipo de miedo... - prosigue.

-No entiendo entonces de qué tienes miedo - la vuelvo a interrumpir, arqueando una ceja.

-¿Puedes dejar de interrumpirme cielo?

Me sonrojo. Qué vergüenza. Asiento y la sigo escuchando con atención.

-Desde pequeña, siempre he tenido agorafobia.

Al ver que se para de hablar, la pregunto una de mis dudas.

-¿Qué es eso?

Ella rueda los ojos.

-Miedo a los lugares abiertos. Mi madre me tuvo en esta casa y, jamás salí de aquí, solamente en mi niñez, pero no te creas que muchos años. Siempre le he tenido miedo, no puedo remediarlo. Cuando cumplí los 18, mi madre me abandonó en esta casa y aquí me he quedado.

-¿Y cómo hacías para alimentarte?
 
-Tenía contactos y, cocinar no es nada difícil.

-Tienes que salir de esta habitación, ya, Megan.

-¿Qué parte de que tengo agorafobia no entiendes? - comenta algo borde - me quedaré aquí, con mi gato por siempre.

-¿Qué gato?

Oigo que murmura un nombre raro y aparece una bola de pelo negra y se sienta en el regazo de Megan. Qué ricura de gato.

-Yo haré que salgas, lo prometo.

Dicho esto. Abro la puerta de su habitación y salgo, cerrándola detrás mía.

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Este es el último capítulo, haré el epílogo que en media hora o menos lo subiré.
Tal vez penséis que por qué fui tan rápido. Pues es que, mi inspiración se fue de un día para el otro y para no dejar la novela abandonada, decidí acabarla con un final algo raro o no sé. Bueno, en el epílogo haré como un resumen de lo que pasará y todo.
Ahora lo subo^^  Las amo^^

2 comentarios:

  1. Asdfghjkl porque escribes tan jodidamente bien? Enserio muero.

    Me encanta , me enamora tu novela jajajaja xd. Bueno que me gusta mucho tus capis y que son perfectos como tu:3

    Un besi guapisima<3

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  2. Holaaa guapaaa, me encanta tu novela, yo también tengo otra, si te gustaría ver: www.othersideperfect.blogspot.com.es

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