martes, 17 de septiembre de 2013

Capítulo dos .- Pelirrojas por todo.



-Tendrás que acostumbrarte a no verme aunque, creo que ya lo estás – murmura su dulce voz.

Después de sus palabras, la puerta vuelve a cerrarse y su mechón negro desaparece de inmediato.
Me quedo parada, esto es extraño, tengo que acostumbrarme. ¿Todos son así en la ciudad? Puede ser. 

-Voy a dar un paseo y a buscar trabajo, adiós – la informo.

-Llévate dinero.

-No… tengo – digo arrepentida.

-Ve abajo, en el interior de la caja, coges un poco y, cuando consigas trabajo, me lo devuelves.

-Gracias – agradezco.

Voy a mi habitación, abro la maleta y cojo la única chaqueta que tengo, de color negro, que conjunta bien con mi blusa color turquesa y mis jeans. Tengo poca ropa sí pero, me basta de momento. Salgo de esta y desciendo las escaleras, en busca de esa caja que ha mencionado Megan. Al lado de la puerta de entrada y, al lado de esta, una mesa estrecha no muy alta, donde se encuentra una caja peculiar. La abro y billetes están metidos ahí dentro, algunos doblados por ser muy utilizados o, simplemente por el hecho que mi compañera les ha dado esa forma. Toco con delicadeza uno de los doblados y lo cojo. Lo meto en el bolsillo y vuelvo a dejar la caja en su posición original. Cojo un llavero que, supongo es el de Megan y lo guardo también junto al dinero
.
Salgo de casa, cerrando un poco más fuerte de lo normal: no estoy acostumbrada. Me abrigo y meto mis manos en los bolsillos. Me muevo por las calles de Holmes Chapel, el aire mueve sensualmente mi cabello, haciendo que algunas miradas se fijen en mí. 

Llego a una cafetería cercana a casa, suena un leve sonido al entrar, todo está lleno. Puedo observar como todas las empleadas visten con una camiseta de tirantes blanca con bastante escote y, una falda negra pasando las nalgas pero, no de mucho. También hay chicas con shorts negros que, también eran cortísimos, incluso más que la falda. Me fijo en que todas las empleadas (todas son chicas), tienen una peculiaridad: todas son pelirrojas. 
Voy a la barra, donde se encuentra una de las pelirrojas. Me siento y soy directa.


-¿Se paga bien aquí? – pregunto en susurro.

-Si eres pelirroja, tienes buen culo y mucho pecho, sí, mucho  – responde con normalidad – te advierto que el jefe mira mucho… - murmura lo último.

-No necesito ser pelirroja para conseguir este trabajo, espere y observe. ¿Dónde está el jefe?

La empleada señaló una pequeña puerta al final de un largo pasillo. Agradezco con la cabeza. No tengo experiencia con esto pero, voy a ser provocativa para conseguir el trabajo. Mientras camino, desabrocho un par de botones de mi blusa, dejando al descubierto un trozo pequeño de mi pecho: todo lo que sea por un trabajo. 

Doy unos pequeños golpecitos en la puerta con el puño cerrado. Me abre un chico joven, debe tener poco más de veinte años. Es alto y fuerte, ojos verdosos, cabello corto y rubio. Alzo mi vista para mirarle, este me observa con una sonrisa intimidante.

-Pase, por favor – me invita.

18 comentarios:

  1. Aakskdkagafajdkflakahagsgsjdkdlfksjagaa siguiente!

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  2. asdfghjkl *------* me encantaaaa
    Siguienteeee porfaaa

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  3. Por favor siguiente!!!!!!!!!!!!! Es PER-FECT

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  4. me encanta! next please!

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  5. OMG!!! me encano este capitulo enserio es PERFECTO... me dajaste con la intrigaa :) hahahah bueno la nove es nwdhfndklj en este momento no hay palabras.... escrrbe geniall de verdad... diguekla pronto o cuando puedas... un beso <3

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